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Cada vez que ingreses a este blog, encontrarás lo último que he publicado.
Si arriba clikeas en las etiquetas podrás encontrar poemas, cuentos, fotografías y los capítulos completos de la novela "Corazón de chocolate", que se irá publicando poco a poco hasta llegar a la historia completa.

Gracias por tu visita, espero la disfrutes tanto como lo hago yo cuando escribo. Deja tus comentarios. Un gran abrazo lectores...

Eterno resplandor


martes, 14 de abril de 2009

Corazon de chocolate

Para leer los capítulos anteriores, cilkeá arriba en Novela "Corazón de Chocolate" y podrás
leer esta hermosa historia. Muchas Gracias! y bienvenidos al Mundo de Malena..


CAPÍTULO V


Caminaron lentamente y se sentaron en el sillón del jardín. Allí estaban los dos frente a frente; su padre con la mirada sombría, esa mirada que Malena conocía de memoria desde hacía casi dos años atrás, esa mirada que había reemplazado a la otra, la que Malena añoraba y que buscaba día a día en los ojos de su padre, y que no era otra que la mirada feliz , chispeante, llena de alegría y ternura al mismo tiempo.
Pero no, en su lugar los ojos grandes y de color café de Male siempre se topaban con esa otra: la usurpadora, la triste, la melancólica, la mirada que se había instalado para siempre en los ojos de su papá.
Malena, con sólo 13 años recién cumplidos ya conocía desde hacía dos años atrás la palabra depresión. Al principio fue extraño para ella : llegaba del cole y su papá estaba acostado en la cama, no quería verlos ni a ella ni a su hermano, muchas veces lo oía llorar y las persianas del cuarto siempre estaban bajas.
En los primeros tiempos tanto la abuela como mamá le decían que papá estaba cansado y que quería dormir, que no lo vieran ni ella ni Matías, no significaba que papá no los amara . Ya después con el correr de los meses era algo tan habitual para Male, que muchas veces a escondidas y en puntitas de pie entraba al cuarto, observaba un largo rato a su papá durmiendo, le pasaba dulcemente la mano por la frente, le daba un beso y salía corriendo para no ser descubierta y poder llorar muchas veces en silencio.
En esa época también su hermano siendo tan chiquito un día entró al cuarto de Male y le preguntó:
- Male, ¿ qué es depersión?.
- ¿Y vos de dónde sacaste eso?, le preguntó preocupada- más que nada por la precocidad con la que ambos iban descubriendo lo que le ocurría a su papá.
- La abuela Ofelia estaba hablando con la Abuela María y ellas no sabían que yo estaba escuchando, escondido debajo de la mesa- como siempre al plomito no se le escapaba nada- entonces la abuela Ofelia le dijo a la abu María que papi tenía DEPERSION.
Malena sonrió tiernamente y luego se puso seria.
- Primero y principal- le dijo Male- está muy mal que escuches conversaciones a escondidas y sobre todo de “grandes”- le reprochó - segundo se dice DEPRESION, nene- y tercero sos muy chiquito para saberlo. Yo sí sé porque ya soy “grande”, la abuela Ofelia me lo explicó.
- Male- dijo su hermano, clavando en ella sus ojitos tan pero tan tristes que a Malena se le derritió el corazón- yo quiero saber qué le pasa a papi, por qué no nos lleva al colegio ni nos va a buscar más como antes, por qué no juega a la pelota o a los autitos como antes, por qué no va atrabajar….- y en ese momento, se le escaparon las lágrimas de sus ojitos y se tapó la cara para llorar-.
Malena conmovida en lo más profundo, sentó a su hermano en su falda, lo apretó contra su pecho, respiró hondo y le dijo:
- Bueno- tomó nuevamente aire- depresión significa estar muy, muy triste, tan triste que te dan ganas de llorar todo el tiempo. Y como papi no quiere llorar delante nuestro, se queda en la cama y duerme mucho. Tanto que no puede hacer las cosas que hacía antes con nosotros.- su hermano entonces puchereó aún más-.
- Pero no te preocupes Mati, la abuela Ofelia que sabe mucho, pero mucho lo está curando, como lo hace con sus pacientes de la clínica, ¿viste? y pronto papá se va a poner bien. Mientras tanto nosotros cuando nos dan permiso para verlo tenemos que hacerlo muy feliz, ¿entendés?, portarnos bien, no hacer renegar a mamá, traer buenas notas, no pelearnos, y quererlo a papi más que nunca.
Malena sentía también unas ganas enormes de llorar junto a su hermano, pero se contenía. Ella era la más grande y debía dar el ejemplo como decía su mamá.
- Male…, va a tardar mucho papi en curarse…, yo lo extraño, - susurró su hermano.
- No sonsito, va a ser muy pronto, y va a ser tan rápido que cuando menos te des cuenta papi ya va estar bien.
- Male… te quiero- le dijo el plomito bajándose de su falda - ¡voy a preparar los autitos y a tenerlos listos para cuando papi se cure!.
Y su hermano salió rápidamente hacia su cuarto.
- Bue…no- contestó dubitativa Male-.
Cerró los ojos, dos lágrimas corrieron por sus mejillas y le pidió a Dios con todo su corazón que el tiempo volara.

……………..

Ahora también estando sentada en el sillón del jardín frente a su padre, Malena había cerrado los ojos, quizá con la esperanza de que al abrirlos nuevamente encontrara la felicidad de nuevo en los ojos que tanto quería Male; pero eso ocurre sólo en las novelas, no en la vida real.
- Male- su papá la sacudió tiernamente de un hombro, para sacarla de su estado- Male- volvió decirle.
Malena de un respingo abrió los ojos y descubrió para su pesar la tristeza en el rostro de papá.
Si bien ahora ya se levantaba, salía con ellos y mamá a pasear, jugaba con su hermano y hacía los asados del domingo. Había algo que no había vuelto a hacer: sentarse en su estudio frente a su tablero de dibujos y crear “mundos” como le decía a Male. Mundos enteros de cemento, cal y arena.
Su papá era arquitecto, y su vida habían sido su tablero, su trabajo y su familia.
Por ahora su recuperación había comenzado por su familia.
- ¿Qué pasó papi?- dijo Male como volviendo de un sueño.
- Nada, ángel, cerraste los ojos un tiempo largo- y su papá le pellizcó la nariz dulcemente como lo hacía siempre- ¿pedías algún deseo?, le preguntó.
- Sí, ¡pedía que comenzaran rápido las clases!, ¡extraño a todos mis compañeros!- Male le había mentido en su respuesta, no quería mortificar a su papá con la verdad, en ese momento hubiera dicho a gritos “Pedía que fueras feliz de nuevo pa”, pero no, mintió sin saber que esa mentira iba a hacer llorar nuevamente a su papá, que cubriéndose el rostro con las manos, se levantó rápidamente del sillón y se metió adentro.
Malena quedó tan aturdida y paralizada con la escena, que recién después de un largo rato comprobó que estaba toda empapada.
Había comenzado a llover.

Continuará.......Eterno Resplandor











2 comentarios:

  1. Quizas ahora pueda leer esta novela y conocer los siguientes capitulos.
    Felicitaciones, porque todo esto ilumina.
    Besos.

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  2. La Magia se siente en cada palabra... y la esencia es tan suave como la del mismo chocolate en un día de invierno...

    Gracias por compartir tus escritos Faby con el mundo... y es verdad lo que decis... esta bueno encontrarse con uno mismo... ahi esta la señal de nosotros mismos... en ese encuentro profundo.

    Abrazo al alma.
    Athy

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