"Corazón de chocolate"
Novela infanto-juvenil de carácter realista, escrita para chicos y jóvenes entre 11 y 14 años; de vocabulario sencillo y ameno para que los mismos se inicien en la primera lectura de una novela.
"Corazón de chocolate" relata la vida de Malena, una adolescente de trece años, que deberá enfrentarse a grandes cambios en su vida. Desde comenzar su primer año en una secundaria nueva y desprenderse de sus amigos de siempre, hasta afrontar la enfermedad de su padre.
Queridos lectores poco a poco irán descubriendo desde este espacio mi primera novela, la cual irá apareciendo por capítulos.
Ojalá la disfruten tanto como yo cuando la escribí, y sean bienvenidos al mundo de Malena!
Eterno Resplandor
CAPITULO I
El día había amanecido nublado y caluroso. Era el mes de febrero, mes en que además de días de playa o pileta, había días así: nublados y a veces hasta lluviosos.
Cuando Malena se despertó se encontró con una mañana gris y cálida. Eran las diez y media y el olor a café con leche y tostadas la llevaron de un salto hacia la cocina. Por supuesto ahí estaba parada, en la mesada, su abuela preparándole el desayuno, como todos los días.
- Abu.
-¿Qué?, respondió su abuela
-¿Te parece que estoy más alta? , le preguntó Male.
-¡¡¡Sí!!!!, mucho,- le dijo risueñamente la abuela María- Y si comés todo esto que te preparé vas a crecer más.
Cuando Malena se despertó se encontró con una mañana gris y cálida. Eran las diez y media y el olor a café con leche y tostadas la llevaron de un salto hacia la cocina. Por supuesto ahí estaba parada, en la mesada, su abuela preparándole el desayuno, como todos los días.
- Abu.
-¿Qué?, respondió su abuela
-¿Te parece que estoy más alta? , le preguntó Male.
-¡¡¡Sí!!!!, mucho,- le dijo risueñamente la abuela María- Y si comés todo esto que te preparé vas a crecer más.
La abuela siempre le decía esas cosas, porque a Male le costaba alimentarse bien, siempre desde chiquita había tenido ese problema, y no era que la comida no le gustara, sobre todo la que cocinaba su abu, sino que muchas veces el hambre no venía. Y todo el mundo en la casa dele perseguirla para que coma.
-Pero ¿ y esa pregunta?, ¿ a qué viene?, -inquirió la abuela.
-Nada….es que me siento petiza, y las chicas de la secundaria, al menos las que yo veo ya son altas y “pulposas”, bah están “re buenas”, como dicen los babosos de mis compañeros. Y yo… me veo flaca, chiquita y fea,-dijo Male.
Su abuela se detuvo un instante y dejó la mesada para sentarse junto a ella; le corrió el mechón del flequillo que le cubría un ojo de su pelo oscuro y largo y le dijo:
-Lo esencial es invisible a los ojos,-Male.
-No entiendo que me decís….- respondió Malena-, esa frase la leí en el Principito hace mucho iaia- así era como Malena llamaba a su abuela en sus momentos más tiernos.
-Papá me la había explicado, pero la verdad me olvidé, fue hace bastante de eso.- dijo Male.
-Significa- contestó su abuela- que lo importante muchas veces no es el envoltorio, sino lo que uno es o se sienta por dentro. Vos tenés un gran corazón y eso es lo que te hace más linda de lo que sos. Muchas veces una persona puede ser hermosa por fuera pero si sus sentimientos son malos, con el tiempo lo bello no sirve de nada. A ver….- su abuela pensó- podemos ver una manzana roja y reluciente y entonces decimos: mmm que linda y rica manzana, pero resulta que cuando la mordemos, por dentro está podrida. Bueno, lo mismo ocurre con las personas, ¿me entendés ahora?. Y sin más rodeos porque así era su abuela le dijo: - Además lo bueno ¡viene en frasco chico!, y sino mirame, yo mido 1,50. – y largó una carcajada.
En ese momento Malena sintió ganas de darle un fuerte abrazo y rodeó el cuerpo mullido de su abuela con todas las fuerzas que sus brazos pudieron hacerlo.
-¿Abu?, dijo mientras la tenía abrazada.
-¿Qué?, respondió su abuela .
-¿ Voy a ser “pulposa” algún día?., preguntó Male.
-¡Más que una naranja! mi amor.
Y su abuela volvió a reirse, abrazando a Malena con todas sus fuerzas. Y fue ahí cuando sus risas se fundieron en una sola.
-Nada….es que me siento petiza, y las chicas de la secundaria, al menos las que yo veo ya son altas y “pulposas”, bah están “re buenas”, como dicen los babosos de mis compañeros. Y yo… me veo flaca, chiquita y fea,-dijo Male.
Su abuela se detuvo un instante y dejó la mesada para sentarse junto a ella; le corrió el mechón del flequillo que le cubría un ojo de su pelo oscuro y largo y le dijo:
-Lo esencial es invisible a los ojos,-Male.
-No entiendo que me decís….- respondió Malena-, esa frase la leí en el Principito hace mucho iaia- así era como Malena llamaba a su abuela en sus momentos más tiernos.
-Papá me la había explicado, pero la verdad me olvidé, fue hace bastante de eso.- dijo Male.
-Significa- contestó su abuela- que lo importante muchas veces no es el envoltorio, sino lo que uno es o se sienta por dentro. Vos tenés un gran corazón y eso es lo que te hace más linda de lo que sos. Muchas veces una persona puede ser hermosa por fuera pero si sus sentimientos son malos, con el tiempo lo bello no sirve de nada. A ver….- su abuela pensó- podemos ver una manzana roja y reluciente y entonces decimos: mmm que linda y rica manzana, pero resulta que cuando la mordemos, por dentro está podrida. Bueno, lo mismo ocurre con las personas, ¿me entendés ahora?. Y sin más rodeos porque así era su abuela le dijo: - Además lo bueno ¡viene en frasco chico!, y sino mirame, yo mido 1,50. – y largó una carcajada.
En ese momento Malena sintió ganas de darle un fuerte abrazo y rodeó el cuerpo mullido de su abuela con todas las fuerzas que sus brazos pudieron hacerlo.
-¿Abu?, dijo mientras la tenía abrazada.
-¿Qué?, respondió su abuela .
-¿ Voy a ser “pulposa” algún día?., preguntó Male.
-¡Más que una naranja! mi amor.
Y su abuela volvió a reirse, abrazando a Malena con todas sus fuerzas. Y fue ahí cuando sus risas se fundieron en una sola.
Continuará ........ Eterno Resplandor
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